Nunca, ni siquiera con Marcel DuChamp y su urinario, un objeto de uso cotiniano, ready-made , había adquirido tanto significado para gran parte del Mundo, que los zapatos lanzados contra George W. Bush.
Nunca, ni siquiera con Marcel DuChamp y su urinario, un objeto de uso cotiniano, ready-made , había adquirido tanto significado para gran parte del Mundo, que los zapatos lanzados contra George W. Bush.