Con el reconocimiento del Tribunal Electoral del DF al liderazgo de Jesús Ortega, el PRD entra en una nueva etapa que seguramente dejará a la deriva a Andrés Manuel López Obrador y recompondrá la correlación de fuerzas dentro del partido, Principalmente en lo que se refiere al nuevo binomio, Jesús Ortega – Marcelo Ebrad.
La exclusión de AMLO trae una tregua, que ya se vislumbraba, al PRD en la dinámica política nacional. Marcelo disminuyó la actitud de confrontación con Felipe Calderón que había asumido en apoyo a AMLO. Esta por momentos fue complicada, aunque tuvo el cuidado de no romper. La colaboración con el gobierno federal en materia de seguridad pública dio inicio a la nueva relación, que le permitirá a Ebrad continuar con sus proyectos de obra pública.
La relación de subordinación que mantenía Marcelo con AMLO era compleja, pues no le permitía crecer. Estaba claro, que esta iba a generar un conflicto serio. Marcelo tuvo que mantener sus aspiraciones en silencio. Se sabía que AMLO nuca le iba a permitir que fuera el candidato en el 2012.
Ahora, la lejanía de AMLO y su inminente salida del PRD, cambian las circunstancias, pues Marcelo es el único aspirante a la presidencia de la República para el 2012. Es evidente que Ortega no se confrontará con Marcelo quien ha trabajado mucho en construirse una imagen positiva. Es evidente que negociaron. Por un momento Ortega hizo al desconocer qué papel tomaría Marcelo simuló acercarse a De la Fuente.
Ortega y Ebrad tienen recursos y presencia pública. Ortega aspira a algo concreto, posible, buscará ser el próximo jefe de Gobierno del DF.
Ortega ya le quitó recursos a AMLO y eliminó los acuerdos que éste realizó con los partidos políticos que conforman el FAP, incluso limitará las negociaciones que con éstos mantiene Alejandra Barrales.
AMLO está en desventaja, pues se ve limitado en sus recursos económicos para operar. Su mayor respaldo es René Bejarano quien le traerá más puntos negativos antes que un acierto.
Esta confrontación ya generó la primera escisión dentro del PRD con la salida de algunos seguidores de AMLO. Pero otros no quisieron precipitarse; optaron por esperar dentro del PRD y luchar por recuperarlo. En otra lectura significaría que dejan solo a AMLO en una aventura personal sin posibilidades de éxito. Estos tomarán una decisión hasta después del proceso electoral de 2009.
Marcelo hace público el reconocimiento de Ortega y manifiesta libremente sus aspiraciones para el 2012. Hecho que debe tener perplejo a AMLO o ya lo veía venir. Aún así, Marcelo no rompe explícitamente con AMLO.
Aunque Ortega le permita a Marcelo que participe sus colaboradores en el PRD, éste no controlará al partido. Mientras Marcelo le ayude quitándole recursos a AMLO será el próximo candidato a la presidencia. Ortega es un político práctico y como se ha visto, es capaz de negociar con quien sea. Con él no es posible perder la fuerza que le hace atractiva la alianza.
En li inmediato es posible ver a AMLO refugiarse en Convergencia, partido que saldrá ganando, al crecer en el DF tal vez hasta llegue a ser la tercera fuerza política detrás del PRD y el PAN. En el interior del país difícilmente tenga el mismo desempeño. Es difícil que AMLO crezca más, dado que sus estrategias políticas son las mismas y están desgastadas.
En cambio Ortega buscará integrar a las otras fracciones del PRD, y al acercarse a Marcelo, puede mejorar su imagen y la del PRD.
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